La Unión Portuaria del Pacífico (UPDP) buscará que la operación del Puerto de La Unión retome su objetivo original, mediante una conexión con el canal seco y la atención del comercio de melones de Honduras. Para lograrlo, será necesario realizar un dragado de hasta 12 metros, lo que permitirá el ingreso de buques de mayor calado.
Entregada en 2009, la terminal no logró operar a su máxima capacidad debido, principalmente, a un problema de sedimentación. Originalmente se construyó para competir con el Canal de Panamá, pero en 2013 dejó de recibir contenedores porque las embarcaciones no podían ingresar.
Fue hasta marzo de 2025 cuando, como parte de la operación de la UPDP —sociedad entre el grupo turco Yilport y la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA)—, se comenzó a recibir nuevamente barcos con vehículos para su distribución en el mercado salvadoreño, así como en Honduras y Nicaragua. También ha atendido carga de fertilizantes, el primer buque de hierro y materiales de construcción.
Luis Canto, gerente general de la UPDP, aseguró este martes, durante la entrevista Diana Verónica y Tony, que esta semana entregaron a CEPA los resultados del estudio de corrientes marinas y sedimentación en el canal, los cuales sentarán las bases del futuro de la terminal.
“A futuro, queremos retomar la idea original, que era que ese puerto atendiera no solamente la zona de La Unión, sino también en Honduras y parte de Nicaragua. Poder ver si se puede utilizar el canal seco para trasladarse hacia el Atlántico, queremos ver retomar todo el mercado de melones que hay en Honduras principalmente para que su salida sea a través del Puerto de La Unión”, indicó Canto.
Agregó que aún “hay mucho futuro y muchas cosas por desarrollar desde el punto de vista comercial para reactivar aún más” la terminal portuaria.
Dragar hasta 12 metros
El gerente de la UPDP detalló que el estudio planteó dos opciones para reactivar el puerto, una de ellas es realizar un dragado de entre 10 y 12 metros, el cual debe ir acompañado de mantenimiento, ya que “el movimiento de sedimentación es muy grande”.
El último dragado realizado en la terminal costó $50 millones y sus efectos se perdieron en dos años. Actualmente, solo pueden ingresar barcos de hasta 8.7 metros de calado, lo que reduce el margen de posibles clientes para el transporte de mercancías.
Cuando asumió la operación de los puertos de Acajutla y La Unión, el 16 de diciembre de 2024, UPDP inició el estudio de corrientes marinas para contar con un diagnóstico más amplio de las opciones. Canto explicó que el dragado debe incluir mantenimiento y estudios ambientales, ya que “no es solo mover materiales; hay que ver dónde depositarlos para que no afecten”.
Según detalló, estos sedimentos suelen depositarse en zonas del Pacífico con gran profundidad, donde el impacto en la fauna marina sea menor.
“Por eso nos tomamos todo este tiempo para hacer un estudio, con el objetivo de ejecutar un dragado efectivo y sostenible en el tiempo. Hasta ahora estamos definiendo cómo y cuándo se realizará”, sostuvo.
El Puerto de La Unión ha sido objeto de distintos estudios, y la mayoría concluye que fue construido en un lugar inadecuado debido a la fuerte sedimentación provocada por el arrastre de materiales desde la montaña.
Un estudio de 2017, realizado por una empresa del régimen cubano, señaló que la terminal se ubica en un sitio inapropiado por el alto flujo y velocidad del agua. Este problema se habría evitado si se hubiese instalado al interior de la bahía de La Unión o en la zona de Cutuco.
