La capacidad instalada de generación fotovoltaica -que aprovecha la radiación solar- le pisa los talones a la hidroeléctrica, que desde la década de 1950 fue la tecnología renovable líder del mercado salvadoreño.

La Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) reporta que la capacidad instalada alcanzó los 2,997.69 megavatios (MW) en 2023, al menos 148.3 MW (un 5.3 %) adicionales a los 2,849.46 MW alcanzados en 2023.
ANUNCIO


De estos, un 61.5 % corresponde a fuentes renovables, como hidroeléctrica, geotérmica, fotovoltaica, eólica, biomasa y biogás. El restante 38.6 % representa a los generadores de búnker y la megaplanta de gas natural licuado (GNL), considerado una tecnología de transición.

En la última década, la generación fotovoltaica mostró el mayor crecimiento en el mercado salvadoreño. El primer registro data de 2016, cuando solo representaba 60 MW mientras que para 2023 las granjas solares alcanzaron 633.10 MW, un crecimiento de 10.5 veces y representa el 21.12 % de la capacidad total.

La energía fotovoltaica está a un paso de superar los 638.06 MW de la hidroeléctrica, que por siete décadas mantuvo el monopolio de la generación renovable, bajo la administración de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).

De acuerdo con la Siget, la hidroeléctrica representa 21.29 % de la capacidad instalada total y aumentó en 65.96 MW respecto a 2022 gracias a la entrada de operaciones de la central 3 de Febrero, conocida popularmente como El Chaparral y cuya etapa de construcción demoró 15 años.


La tecnología hidroeléctrica representa un 21.29 %, cuya producción se concentra en las centrales de Guajoyo, Cerrón Grande, 15 de Septiembre, 5 de Noviembre y 3 de Febrero.

En el pastel de la generación renovable, los pozos geotérmicos administrados por LaGeo, subsidiaria de CEL, representa un 6.9 % con 209.40 MW, mientras que el único parque eólico ubica en Metapán ocupa un 1.8 %, con 54 MW.

La biomasa -generada en los ingenios azucareros- aporta 295.4 MW y el biogás 8.35 MW.

En la generación térmica, el gran jugador es la planta de GNL en Acajutla, Sonsonate, con 387.7 MW, un 12.9 % de participación en la capacidad energética, aunque este parque ha cubierto casi el 30 % de la demanda en el último año debido a la caída en la generación hidroeléctrica por el fenómeno climático de El Niño.

Un 25.6 % de la capacidad instalada corresponde a plantas fósiles, con 757.12 megavatios instalados. Estas centrales suelen aumentar la producción de energía cuando la hidroeléctrica cae, pero su precio de generación es volátil porque depende de la cotización del crudo a nivel mundial.