Dentro de su informe anual de comercio exterior, la agencia de Naciones Unidas incluyó un análisis sobre el “rol crucial” del comercio en la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe. Según el reporte, en 2022 los envíos de alimentos en la región rebasaron $349,000 millones, una cifra histórica donde América del Sur es el principal proveedor mientras que Centroamérica y México son levemente superavitarios.
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“Bolivia, el Paraguay y El Salvador figuran entre los países más dependientes de los proveedores intrarregionales en las importaciones de alimentos, al igual que muchos otros países centroamericanos y sudamericanos”, señaló la CEPAL en su reporte.
El ranking de mayores dependientes de importadores es encabezado por Bolivia, con más del 80 %, al igual que Argentina, Paraguay y Uruguay. Después se encuentra El Salvador sobre la barrera del 60 %, seguido de Chile y Perú.
La agencia de Naciones Unidas detalla que en 2022 Centroamérica absorbió un 69 % de sus exportaciones intrarregionales y originó un 55 % de las importaciones.
En el reporte se detalla que El Salvador exportó $1,384 millones en alimentos e importó $3,049 millones, es decir, 2.2 veces más de lo que envía al mercado internacional.
De las importaciones, $229 millones corresponden a carne y pescado, $198 millones a lácteos y huevos, y $219 millones a frutas y hortalizas. También, $351 millones fueron para cereales, $341 millones para alimentos procesados, y $206 millones en grasas y aceites.
Peso en la canasta comercial
Para el reporte, la CEPAL el valor de las importaciones de alimentos como proporción de las exportaciones totales de bienes y servicios, que mide la capacidad de un país para financiar la compra con ingresos. Además, incorpora el coeficiente de dependencia de las importaciones de cereales para satisfacer las necesidades de la población.De Latinoamérica, las importaciones de alimentos en Venezuela representaron un 55 % de sus exportaciones entre 2020 y 2022, seguido de El Salvador con un 28 % y Guatemala con un 25 %.
Al incluir las naciones caribeñas, Haití, que se encuentra sumergido en una crisis económica y de seguridad, es el que más importa alimentos, en un 104 % como relación de sus exportaciones.
Después, se coloca Venezuela, seguido de San Vicente y las Granadinas (53 %), Barbados (31 %), Dominica (30 %), Jamaica (30 %) y El Salvador.
“Las importaciones permiten acceder a alimentos cuya producción local resulta imposible o demasiado costosa debido a condiciones climáticas o insuficiente disponibilidad de tierra o tecnología”, explicó la CEPAL.
Al revisar el coeficiente de dependencia, más del 50 % del consumo de cereales en El Salvador se satisface mediante importaciones.
