El fuerte repunte en los valores del aromático viene, sin embargo, amarrado al sabor amargo que sufren los caficultores de Brasil, el mayor productor mundial, por una severa sequía que amenaza las cosechas de café, soja y maíz.
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Hace 13 años, el saco de café alcanzó valores de $305. Aunque aún falta camino por recorrer para romper esa marca, desde abril pasado la cotización del aromático no cede y se mantiene por arriba de los $200.
Una nota del Instituto Salvadoreño del Café (ISC) explica que la cotización del café se ve favorecida por las condiciones climáticas adversas en los principales países productores.
“En Brasil, las lluvias han sido consistentemente inferiores al promedio desde abril, lo que ha perjudicado el desarrollo de los cafetos en la etapa crítica de floración”, indicó el ISC, que también recuerda que la semana pasada hubo una disminución en los inventarios de café arábica.
Números rojos de exportaciones
Mientras el mercado "goza" de mejores precios, el volumen de café salvadoreño exportado entre enero y agosto de 2024 cayó a su mínimo en 30 años, según el Banco Central de Reserva (BCR).La institución reporta que los productores enviaron cargamentos de 22.56 millones de kilogramos de café en los primeros ocho meses del año, inferiores en 3.6 millones a los 26.26 millones reportados en el mismo período de 2023 y equivalente a una reducción de 14.8 %.
De acuerdo con el histórico del BCR, el volumen de café exportado este año es el más bajo desde 1994, primer año disponible en la base de datos.
Las exportaciones de ese café dejaron ingresos a los productores de $111.5 millones, una cifra inferior en $21.18 millones respecto a los $132.7 millones de 2023, un 16 % de contracción.