El Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU) prevé que más de 169,000 turistas nacionales e internacionales visiten los parques recreativos públicos durante las vacaciones, que arrancan este sábado 5 de agosto.
Eny Aguiñada, presidenta del ISTU, aseguró este lunes que “ya comenzamos a recibir turistas internacionales” de los 90,000 que se anticipan para el período de vacaciones.
Para la red de parques públicos, Aguiñada señaló que esperan 169,0000 turistas que lleguen a 17 de los 18 parques que administra el ISTU en ocho de los departamentos del país, con oferta acuática, naturales y temáticos.
“Nos estamos preparando para recibir esta buena cantidad de visitantes”, afirmó en la entrevista de YSKL.
El único parque recreativo cerrado es la Costa del Sol debido a trabajos de remodelación. "Estamos bastante avanzados y esperamos, en un par de meses, habilitar el lado de la playa" mientras se termina la intervención en el estero de Jaltepeque, añadió Aguiñada, al tiempo que detalló que la inversión supera los $7 millones.
Oferta turística
La funcionaria descartó que el parque recreativo de Los Chorros se encuentre cerrado debido a los trabajos que realiza el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en la ampliación de la carretera y el nuevo viaducto.“Sigue funcionando, en su horario de lunes a domingo, de ocho de la mañana a cuatro de la tarde (…) Habrá en su momento que cerrarlos, pero eso lo haremos a través de las cuentas oficiales porque se requerirá que el MOP tenga más espacio para trabajar”, indicó.
Durante ese cierre, añadió la titular del ISTU, se aprovechará de realizar una remodelación al interior del parque, que incluye una mejora de la infraestructura de áreas comunes como baños y zona de comida. Aseguró que se respetarán las piscinas por tratarse de nacimientos de agua donde “uno se da un bañito y rejuvenece”.
A la oferta turística se sumó la reciente inauguración de la terminal turística de San Sebastián, en San Vicente, un ícono para la elaboración de textiles en telares de palanca con prácticas ancestrales.
Aguiñada reconoció que este legado se perdió con los sucesivos eventos que provocaron la migración de los artesanos, como la guerra con Honduras en 1969, el conflicto armado de la década de 1980 y la crisis de la violencia de los últimos años.
Según la funcionaria, antes se encontraban hasta 900 telares de palanca y actualmente han quedado solo 100.