El Instituto Kriete de Ingeniería y Ciencias (Key) tiene respaldo de “empresarios amigos”, cuya currícula se elabora con asesoría del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México, así como Olin College of Engineering, una universidad privada en Boston.
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“El país necesita crecimiento económico para subirle el nivel de vida a todos los hermanos salvadoreños y para subir el nivel de vida se requieren dos cosas: educación e inversión. Creemos que una universidad enfocada en las ingenierías es importante en este momento para el desarrollo del futuro del país. Va a ser una universidad muy futurística”, declaró el empresario en una entrevista con Telecorporación Salvadoreña (TCS).
Kriete, considerado uno de los empresarios más ricos de Centroamérica, afirmó que la currícula se elabora de la mano del sector privado. “De la gente que dará (a los estudiantes) empleo durante y después que terminen sus estudios universitarios”, indicó.
El nuevo instituto comenzará a impartir clases en marzo de 2025, aseguró el empresario.
Además que los profesores procederán del sector privado, quienes implementarán un modelo de aprendizaje basado en competencias (power skills) y aprender haciendo. Los estudiantes tendrán acceso a talleres altamente equipados y simuladores digitales con tecnología de punta, señala una nota publicitaria publicada en un periódico.
“Vamos a esforzarnos por crear seres humanos que tengan una capacidad que va mucho más allá de lo que han aprendido, tanto estudiando como haciendo. Que tengan capacidad de análisis, que puedan hacer 'pensamiento crítico', que puedan resolver problemas complejos. Les vamos a enseñar a trabajar en equipo, a comunicarse”, indicó el empresario.
Kriete es un gigante de la aviación, presidente de Kingsland Holdings, accionista de un 22 % de Avianca Holdings. También es accionista de Volaris y Aeroman, el centro de mantenimiento aeronáutico de El Salvador.
El Salvador solo tiene una universidad pública, mientras que operan 23 de carácter privado. Además, hay institutos tecnológicos y especializados. Entre los casos más exitosos se encuentra la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), fundada en 1990 con el respaldo de la familia Poma.