El Salvador debe duplicar su producto interno bruto (PIB) e impulsar estrategias integrales -para reforzar la salud y la educación-, para mejorar el progreso social en los próximos cinco años, señaló el director regional del Índice de Progreso Social (IPS) para América Latina, Jaime García.

García explicó a Diario El Mundo que El Salvador se encuentra actualmente con 62.25 puntos en el IPS, afectado en los sectores de salud y educación de los 12 componentes que se toman en cuenta para elaborar el índice.
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El IPS es un índice que refleja el bienestar de la población que evalúa no solo la parte económica sino también aspectos sociales y ambientales de cada país.

El investigador del INCAE Business School señaló que la salud en El Salvador se ha visto afectada por el impacto que tuvo la pandemia en torno a la esperanza de vida, una situación que afectó al resto de naciones con renta media y media baja en la región.

A esto se suma una caída en los niveles de educación avanzada. García explicó que muchos hogares entraron en crisis por la pandemia de covid-19, una situación que provocó que las familias tuvieran problemas económicos y que muchos estudiantes desistieron de la educación para aportar ingresos en sus hogares.

“El Salvador se ha mantenido con un nivel de progreso social medio alto, un desempeño típico de ingresos de PIB per cápita de $9,500 millones ajustados a paridad de compra, le hace falta ser más eficiente cómo esa riqueza se transforme en bienestar”.

Jaime García, director regional del IPS para América Latina


Para este 2024, las proyecciones del IPS para El Salvador y la región no son alentadoras porque, si bien en el componente de salud se ve una mejora, la esperanza de vida sigue en caída para los mayores de 60 años y hay una falta en el acceso a sistemas de salud de calidad.

García indicó que lo más probable es que en su nueva actualización el IPS para El Salvador y toda Centroamérica se mantenga estancado.

Las claves para incrementar el progreso social están ligadas al crecimiento económico y a la implementación de estrategias integrales, tomando en cuenta la eficiencia del sistema sanitario público, mejorar la alimentación de la población, así como impulsar los cuidados médicos preventivos o clínicas.


La respuesta

Bajo el planteamiento del investigador, es necesario que las estrategias efectivas se ejecuten de forma intensiva por cinco años para comenzar a ver resultados.

El efecto directo de “hacer la tarea” con las estrategias y el crecimiento económico será vital para que El Salvador pase de rondar los 62.25 puntos en el IPS, a subir a los 68 puntos, al lado de países como México.

“ El Salvador tiene 62.25 puntos, si hace la tarea pensando en que puede multiplicar su PIB, pongámoslo que lo duplique, eso significa que El Salvador tendría $18,000 millones per cápita, eso nos pondría al nivel de México”, puntualizó García.

La mejora en el progreso social es algo que países como Corea del Sur ya demostraron en las últimas décadas, en donde el sector privado, el gobierno y la población juegan un papel importante en su participación.

El análisis se presentó en torno a un foro desarrollado por Asotalent. /Jaqueline Villeda
El análisis se presentó en torno a un foro desarrollado por Asotalent. /Jaqueline Villeda


Llegar a los 68 puntos implicará el camino para un futuro ideal en donde estar sobre los 70 puntos de IPS se debe volver la meta para todos los países.

“Se trata de una estrategia integral económica, transformación económica productiva, que vaya de la mano con los factores que hacen que se mueva, tanto productividad como progreso social, la única forma es con educación, salud y mucha participación”, acotó García.


Impacto en la mano de obra

El investigador del INCAE dijo que aunque el país ha mejorado en los últimos años su progreso social, no ha crecido al ritmo que se desearía.

García explicó que al ampliar la economía salvadoreña se tendrán más recursos para mejorar el acceso a salud y atender los retos de la población adulta.

La miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Profesionales en Talento Humano (Asotalent), Cinddy Fernández, señaló que se ha detectado un talento humano formado con una educación “esquemática” en El Salvador.

Según Fernández, la innovación, producción, rentabilidad y la sostenibilidad son de los principales retos que deben superarse por aparte de la mano de obra salvadoreña.

“El talento humano se debe reforzar en estas flexibilidad cognitiva, emocional y adaptación que se pueda hacer a las transformaciones digitales”, dijo Fernández durante un foro organizado por la gremial.

Fernández indicó que aunque no es fácil mejorar el progreso social en El Salvador, es posible a través del interés y apoyo al trabajador.