Cuando el sol no favorece la producción de energía fotovoltaica o cuando no llueve lo suficiente para que las turbinas de las centrales hidroeléctricas operen, Energía del Pacífico (EDP) entra con ímpetu al mercado a cubrir cualquier “hoyo” que deja la generación renovable.

Desde que entró en operaciones la planta de gas natural licuado (GLN), en mayo de 2022, la central se colocó como el jugador más importante del mercado energético salvadoreño con una participación del 31 % en la demanda.
ANUNCIO


“En el pre despacho y en el orden de mérito, es la térmica más eficiente”, explicó César Galdámez, senior manager de procurement de LNG. “La primera planta que sale después de las renovables, es Energía del Pacífico”, añadió.

La planta con 380 megavatios (MW), ubicada en el Puerto de Acajutla, fue el principal generador de energía en 2023, cuando la hidroeléctrica cayó a compás de la reducción en los niveles de los embalses por el fenómeno climático de El Niño.

“Cuando se tiene ese conjunto, de que es la más eficiente, la primera que entra después de las renovables y la más grande, que casi que tapa cualquier hoyo que deja la renovable, se vuelve un jugador muy importante”, sostuvo Galdámez.

La Unidad de Transacciones (UT), administrador del mercado mayorista, reporta que el gas natural cubrió más de 30 % de la demanda entre enero y junio de 2024, pero en julio bajó a 23.5 %, mientras que la hidroeléctrica subió 42 %.

“De enero a junio, estuvimos despachados a full porque no llovía nada. En junio llovió muchísimo, obviamente nos redujeron el despacho, todos los reservorios de la hidro se llenaron y entonces han ido modulando, días buenos y días malos, como todo operador de mercado. Ahorita que ya no está lloviendo tanto, estamos produciendo bastante porque también abrieron las exportaciones”, añadió Galdámez durante el COREN 2024 realizado entre 28 y 30 de agosto por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).

Una planta convierte el gas natural en licuado a través del enfriamiento, que luego es utilizado para generar energía o como combustible. /DEM
Una planta convierte el gas natural en licuado a través del enfriamiento, que luego es utilizado para generar energía o como combustible. /DEM


Ingeniería sobre la operación

El GNL no es una tecnología renovable, pero se considera de transición y menos contaminante que la generación de energía a base de búnker. Una central somete al gas natural a bajas temperaturas para convertirlo en licuado, que luego se utiliza para producir electricidad, como combustible marítimo o para vehículos terrestres.

La central de generación eléctrica de EDP tiene un ciclo combinado con 19 motores Wärtsilä de 18.9 MW cada uno y una turbina de vapor de 28 MW. EDP firmó en 2017 un contrato con Shell International Trading Middle East Limited para el suministro de gas natural, que luego en planta en Acajutla convierte en licuado.

Galdámez calificó como un “drama” que EDP es el único jugador de gas natural en el Pacífico. Las intensas lluvias en julio movieron un barco, por lo que tuvieron que hacer un arreglo con Shell para cambiar la fecha de entrega de agosto a septiembre.

“Eso es parte del drama que vivimos por ser los únicos del Pacífico. Siempre nos dicen 'están en el lado equivocado del océano'”, añadió Galdámez, quien aseguró que “ya nos acostumbramos” y la operación no se ve afectada.

EDP opera además una de las 51 unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU) que hay a nivel mundial. Se trata del buque BW Tatiana, que fue acondicionado en el astillero Keppel Tua, en Singapur, con una capacidad de 137,000 metros cúbicos (m3), equivalente a 45 días de generación plena.

Además de atender el mercado local, EDP destina cerca de un 20 % de su generación a las exportaciones. La planta envía al Mercado Eléctrico Regional (MER) un gigavatio hora de los cinco que genera diarios.