El dólar estadounidense alcanzó el lunes un nuevo máximo en el mercado cambiario informal cubano al cotizarse a 400 pesos cubanos (CUP), según el índice del medio independiente El Toque. La cifra implica una depreciación del 1,567 % del CUP desde la reforma monetaria implementada en 2021, reflejando la grave crisis económica que atraviesa la isla desde hace más de cinco años.
Economistas independientes advierten que la moneda nacional mantiene una tendencia a la baja debido a la compleja situación macroeconómica y al creciente peso del dólar en las transacciones internas. Mientras tanto, el tipo de cambio oficial para personas jurídicas se mantiene en 24 CUP por dólar y para personas físicas en 120 CUP, una brecha que genera distorsiones en la economía.
El Gobierno cubano, que importa el 80 % de los alimentos y combustibles que consume el país, ha dolarizado gran parte de su red de comercios y ha comenzado a cobrar en divisas por servicios estatales.
El primer ministro, Manuel Marrero, defendió esta medida como “necesaria” para la recuperación económica, aunque reconoció sus consecuencias sociales. El presidente Miguel Díaz-Canel admitió en julio que la dolarización ha ensanchado las brechas de desigualdad social.
El economista Pavel Vidal señaló que, a diferencia de otros países latinoamericanos con monedas depreciadas, Cuba no ha ajustado los salarios a la inflación, lo que agrava el empobrecimiento de las familias. Por su parte, Mauricio de Miranda, de la Universidad Javeriana de Cali, vinculó la depreciación del CUP a la expansión de las ventas en dólares, lo que, a su juicio, seguirá presionando al alza la cotización del billete verde.
Marrero adelantó que antes de que finalice el año se anunciará una nueva tasa de cambio, posiblemente flotante y modificable a diario. Sin embargo, expertos advierten que podría sumar un nuevo tipo de cambio a las tres tasas actuales, lo que generaría mayores distorsiones y riesgos de corrupción.