La cotización del aromático se realiza a través del Contrato C, un mecanismo para los países productores de café arábica -como El Salvador-, y que básicamente sirve de referencia en las negociaciones de compra y venta para las exportaciones.
Consultados por Diario El Mundo, tanto la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) como la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores de Café (Abecafé) coinciden en que los récords en la bolsa de valores no se traducirán en mayores costos para el consumidor final en el país.
“Cualquier diría que nosotros estamos haciendo plata”, dijo Sergio Ticas, presidente de Acafesal, quien citó a un productor que intentó vender una cadena de distribución local a un precio más alto, pero se encontró con una pared: si elevaba el valor de la libra, lo sacaban.
“Yo quise subir y me dijeron: ok, si usted sube, lo sacamos del mercado”, citó Ticas al productor. “Si usted va al supermercado, no le han aumentado. Posiblemente, dentro de seis meses, podría, pero, para mientras, el consumidor va a pagar lo mismo”, añadió.
En el mismo tono, Ricardo Esmahan, presidente de Abecafé, consideró que los consumidores finales no verán un incremento en la compra de café en el mercado local. “Yo creería que no, no procede eso ahorita”.
Primero la exportación, después el consumo interno
El vocero de Acafesal recordó que los beneficiadores primeros compran el café para la exportación y después para la distribución local. El problema en el mercado internacional es que en este momento los tostadores no están adquiriendo por los altos valores de la cotización.“Nadie está comprando”, sumó Esmahan.
De acuerdo con el registro del Instituto Salvadoreño del Café (ISC), el 65 % del café obtenido en el ciclo 2023-2024 se destinó para el mercado internacional, un año particularmente malo porque cerró con una caída del 7 % en las exportaciones.
El ISC reporta que se exportaron 582,681 quintales de los 893,326 quintales cosechados en el último ciclo, donde Estados Unidos se coloca como el principal socio comercial, con una participación del 45 %.
Los buenos precios del mercado internacional tampoco se traducirán en grandes beneficios para los caficultores salvadoreños, quienes vendieron a precios futuros por debajo de los $300 antes del fuerte repunte en la bolsa.
Además, la Acafesal vaticina que la cosecha 2024-2025, en actual corta, cierre con una caída del 35 % después de las pérdidas sufridas el año pasado por las altas temperaturas durante el verano, seguido de un invierno que se prolongó y generó lluvias atípicas en diciembre.