China y Estados Unidos han medido sus fuerzas en una cumbre del Sudeste Asiático con un perfil más internacional que el de otras ediciones y que arrancó el domingo con la asistencia del presidente estadounidense, Donald Trump, y concluyó este martes con críticas del primer ministro chino, Li Qiang, a los aranceles de Washington.
Mientras China ha aprovechado la reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios para fortalecer el tratado de libre comercio que mantiene con el grupo de países y criticar los aranceles estadounidenses, Washington firmó nuevos acuerdos, poco antes de la reunión prevista el jueves entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur.
"El Sudeste Asiático necesita tanto a EE.UU. como a China desde el punto de vista económico. Su prosperidad se basa en hacer de conector, por lo que la región está haciendo todo lo posible por cooperar con ambas potencias", dijo a EFE Ja-Ian Chong, profesor Universidad Nacional de Singapur (NUS) tras la cumbre.
También acudieron a la cita este año, más amplia y global que otros, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país preside el bloque BRICS; el primer ministro canadiense, Mark Carney; el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa; o el secretario general de la ONU, António Guterres.
China fortalece acuerdos
Tras un año de conversaciones y en un contexto generalizado de diversificación y búsqueda de nuevos socios frente a los aranceles de Trump, China y la ASEAN reforzaron su "área de libre comercio" en el último día de cumbre, que ha tenido una agenda más ligera que en las dos jornadas anteriores.
En una ceremonia presenciada por el primer ministro chino, Pekín y el bloque suscribieron la llamada "versión 3.0" de su pacto comercial, que incluye "mejoras" en materia de facilitación del comercio o de acceso al mercado de servicios, entre otras, según un comunicado de la ASEAN.
El gigante asiático es el principal socio comercial del Sudeste Asiático, escenario de rivalidades geopolíticas con Washington, y sus exportaciones a la región se han disparado a raíz de los aranceles estadounidenses, con un aumento interanual del 14,7 % en septiembre.
Desde el centro de convenciones de la capital malasia, Li Qiang advirtió hoy: "La interferencia externa en esta región ha aumentado y muchos países se enfrentan a mayores desafíos debido a aranceles e impuestos externos desproporcionados".
EE.UU. anuncia nuevos pactos
Mientras Pekín afianzó sus vínculos, Trump aprovechó su corta pero intensa visita a Malasia, donde arrancó una gira que sigue en Japón y que lo llevará también a Corea del Sur, para anunciar nuevos pactos comerciales con el Sudeste Asiático, sin estar del todo claro cómo beneficiarán a la región.
El presidente estadounidense firmó con Malasia ampliar el acceso de EE.UU. a sus tierras raras, en medio la carrera por reducir su dependencia en esta materia respecto a China, que, con casi el monopolio de la industria, ha restringido las exportaciones de estos materiales clave en tecnología en el marco de la guerra comercial.
Trump informó además sobre un pacto con Tailandia para "fortalecer la cooperación" en las cadenas de suministro de minerales críticos, al tiempo que la Casa Blanca dijo que Vietnam se ha comprometido a adquirir ciertos productos estadounidenses y a eliminar algunas barreras comerciales.
"Antes, los países del Sudeste Asiático estaban más dispuestos a criticar abiertamente a EE.UU. Ahora, se abstienen de criticar tanto a EE.UU. como a China por temor a represalias. Prefieren mantenerse al margen", apuntó el experto singapurense.
Xi-Trump
La rivalidad entre China y EE.UU. fue patente en la reunión de la ASEAN y sus aliados, entre los cuales figuraron también el presidente del Consejo Europeo, António Costa, o el primer ministro australiano, Anthony Albanese, antes de que Trump y Xi se vean cara a cara el jueves en Corea del Sur, a donde ambos asistirán con motivo de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
En paralelo a la cita en Kuala Lumpur y en medio de tensiones renovadas, delegaciones de EE.UU. y China mantuvieron negociaciones comerciales el sábado y el domingo en la rascacielos Merdeka 188 de la ciudad.
Tras dos días de conversaciones, ambas partes llegaron a un principio de acuerdo comercial que será puesto a prueba en la reunión entre los líderes de las grandes potencias mundiales.
