La tormenta Sara tuvo mayor incidencia en el territorio salvadoreño entre el sábado 16 y el lunes 18 de noviembre, la cual también se unió a la influencia de una Zona de Convergencia Intertropical. En tres días, en la zona cafetalera de Juayúa, Sonsonate, se acumularon 90 milímetros de agua, (mm), mientras que en San Pedro Nonualco, La Paz, llegaron a 93 mm.
ANUNCIO
Acafesal destacó que las pérdidas son preliminares, ya que productores de la zona alta de Chalatenango no habían podido ingresar hasta el martes a sus fincas. Sergio Ticas, presidente de la gremial, explicó que el principal impacto es la caída del grano maduro rajado por el exceso de humedad.
Ticas detalló que el "daño es a nivel nacional", pero las mayores pérdidas se han cuantificado en fincas ubicadas en San Vicente, Ahuachapán, Santiago de María y Berlín (Usulután), así como en Comasagua, La Libertad, y Chalatenango.
Según la Acafesal, un 75 % de la producción del aromático se obtiene en fincas de bajío o mediana altura que iniciaron en octubre la corta 2024-2025, mientras que los cafetales ubicados entre 1,200 a 1,600 metros sobre el nivel del mar comienzan los trabajos hasta diciembre.
Los granos caídos terminan por dañarse en el suelo porque los caficultores no tienen suficientes recursos para contratar a más trabajadores para la recolección, además de que el sector se enfrenta a una menor oferta de mano de obra debido a la migración o porque las personas en el campo se emplean en sectores más rentables.
Los caficultores también temen que el cambio brusco en las temperaturas genere condiciones para un brote de roya y broca. La roya es un hongo que se observa en las hojas cuando muestran manchas amarillas, cuyas esporas se propaga con el viento, mientras la broca se origina por un insecto que durante el verano se refugia en los granos del suelo y en el invierno sale a volar en búsqueda de comida, especialmente el grano verde.
El último ataque de roya, ocurrido en la cosecha 2012-2013, destronó la producción de café a más de la mitad, que pasó de más de 1.7 millones de quintales a 700,000 quintales en el ciclo 2013-2014. Una década después, el sector no ha podido recuperar esos niveles de cosecha.
El Instituto Salvadoreño del Café (ISC) reporta que el ciclo 2023-2024 finalizó en más de 893,300 quintales oro uva, un 1.8 % superior a la cosecha 2022-2023.
Ticas reclamó que el ISC -máxima autoridad en el sector- no emitió ninguna recomendación a los productores para amortiguar las pérdidas. Entretanto, la gremial urgió a los productores a priorizar la corta de los granos maduros y aplicar fungicidas de manera escalonada para evitar un brote de plagas.