En un escenario conservador, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) advirtió que la cosecha 2024-2025 se desplomará hasta un 35 %.



“Esta cosecha va a andar entre un 30 % y un 35% menos que la cosecha anterior, siendo un poco conservador con el porcentaje. Esto debido a los efectos del cambio climáticos”, zanjó Sergio Ticas, presidente de Acafesal.

La producción de café, que por más de dos siglos fue el motor de la economía salvadoreña, cerró en 893,326 quintales en el ciclo 2023-2024, con un crecimiento de 14,766 quintales (1.6 %) sobre los 878,560 registrados en la cosecha 2022-2023, según reportes del Instituto Salvadoreño del Café (ISC).



Si se cumplen los augurios de Acafesal, la producción de este año se reduciría en más de 267,000 quintales.

Ticas recordó que las lluvias tempranas de marzo de 2024 ocasionaron que los cafetos echaran flores, pero la mayoría pereció porque el invierno se retrasó en medio de olas de calor con temperaturas sobre los 40 grados Celsius.

Luego la salida del invierno se alargó hasta diciembre, con lluvias irregulares que resintieron a los cafetales. “Usted me pregunta a mí, yo perdí casi el 50 %. A otros (productores) les fue mejor, otros perdieron 80 %”, añadió el presidente de Acafesal.



Los primeros resultados del ciclo 2024-2025 no son alentadores, ya que el ISC documenta que entre octubre y diciembre de 2024 la producción se contrajo un 19.2 %. A partir de los reportes de los beneficiadores, la institución registra que se cosecharon 304,296 quintales de café, una reducción de 72,330 quintales en comparación con igual período del año cafetalero 2023-2024.

Con información actualizada hasta el 31 de enero de 2025, la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores de Café (Abecafé) reporta una contracción del 4 % en la cosecha 2024-2025, con 456,904 quintales. Esto significa una reducción de 18,463 en relación a iguales fechas del ciclo 2023-2024.

Acafesal ha reclamado en diferentes momentos la falta de protagonismo del ISC, el ente rector y encargado de la transferencia de tecnología al sector, que viene en debacle desde hace dos décadas, cuando a inicios del siglo tenía una producción superior de 2.4 millones de quintales de café.

Una de las mayores crisis del sector fue el brote de la roya en 2012, cuando desplomó la producción de 1.7 millones de quintales a cerca de 700,000. Desde entonces, la caficultura no leva cabeza y los productores lo atribuyen tanto al cambio climático como al alto nivel de endeudamiento.