El portugués Isaac Nader, residente en Soria (España) desde hace tres años, se alzó con la medalla de oro en una emocionante final de los 1,500 metros durante los Mundiales de atletismo en Tokio, logrando un tiempo de 3:34.10, apenas dos centésimas por delante del británico Jake Wightman, quien terminó con 3:34.12.
La final fue inusual, dado que varios de los principales atletas del ranking internacional no participaron. Cinco de los diez mejores corredores del año, incluidos los kenianos Festus Lagat y Abel Kipsang, y el británico George Mills, se ausentaron por diversas razones, mientras que el noruego Jakob Ingebrigtsen fue eliminado en la primera ronda y el neerlandés Stefan Nillesen, quien había registrado un tiempo de 3:29.23, cayó en semifinales. Además, el actual campeón olímpico, el estadounidense Cole Hocker, fue descalificado en la penúltima ronda.
A pesar de la falta de competencia de Ingebrigtsen, la carrera no resultó como se esperaba. Josh Kerr se vio obligado a abandonar tras sufrir una lesión a mitad de carrera, terminando lejos del resto. Wightman y Timothy Cheruiyot trataron de mantener el liderazgo, pero Nader, a sus 26 años y en el que es posiblemente su mejor estado de forma, sorprendió a todos.
Entrenado en Soria por Enrique Pascual, Nader administró su energía y, aunque ocupaba el cuarto lugar a falta de cien metros, en un impresionante esprint final superó a Wightman y a Cheruiyot, quien finalizó tercero con un tiempo de 3:34.25, consolidando así su hazaña y brindando a Portugal un histórico triunfo en la prueba.