Una base del sistema estadounidense de defensa contra misiles balísticos, mal vista por Rusia, fue inaugurada el miércoles en Polonia, completando elementos ya desplegados en Turquía, Rumanía y España.

"Es un evento de una importancia histórica para la seguridad de Polonia, de Estados Unidos y de la OTAN", celebró el ministro polaco Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, en una ceremonia en la base de Redzikowo, en el norte del país, en presencia de varios otros altos responsables políticos polacos y de jefes militares estadounidenses.
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Operativa desde julio e integrada en el proyecto de defensa colectivo de la Alianza Atlántica, esta base forma parte de un sistema de radares y de interceptores de misiles, que Washington empezó instalar a hace quince años y que está destinado a proteger de las amenazas de misiles balísticos procedentes de fuera de la zona euroatlántica, principalmente desde Irán.

Moscú siempre ha visto su despliegue en Europa como una amenaza para su propia seguridad, a pesar de que la OTAN ha asegurado que no iba dirigido en modo alguno contra Rusia.

El miércoles, Rusia reiteró su oposición a esta base, situada a 230 km del enclave ruso de Kaliningrado.

"Se trata de un avance de las infraestructuras militares estadounidenses en Europa hacia nuestras fronteras" y "esto llevará a tomar medidas apropiadas para garantizar la paridad", advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Entre los elementos clave de este escudo antimisiles figuran, además de esta base en Polonia, otro sitio similar en Rumania, dos destructores de la marina estadounidense en Rota, en España, y un radar de alerta precoz en Kurecik, en Turquía.

Más de 10,000 soldados estadounidenses están desplegados actualmente en Polonia, país que cuenta entre los mayores apoyos a la vecina Ucrania, que enfrenta una invasión rusa desde febrero de 2022.