"Tenemos diferencias, que a veces son fundamentales y cruciales con los estadounidenses y que no se pueden resolver, pero debemos gestionarlas (...) para disminuir las tensiones", dijo Araqchi.
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"Los canales de comunicación entre nosotros y los estadounidenses aún existen", añadió el jefe de la diplomacia, al margen de la reunión semanal del gobierno.
Estados Unidos e Irán rompieron relaciones diplomáticas en 1980, poco después de la Revolución Islámica que derrocó a la dinastía Pahlavi apoyada por Washington.
Pese a ello comunican indirectamente a través de la embajada de Suiza en Teherán y del sultanato de Omán, que suele actuar de intermediario.
Durante su primer mandato (2017-2021) Trump fue el artífice de la llamada política de "máxima presión" contra Irán y restableció las sanciones.
En 2018 Estados Unidos se retiró de un acuerdo internacional destinado a regular las actividades nucleares de Irán a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.