Teixeira se declaró culpable en marzo de seis acusaciones por violar la ley de espionaje. Reconoció que había filtrado docenas de documentos gubernamentales confidenciales, entre ellos algunos con la mención de "máximo secreto", en la plataforma Discord, que terminaron diseminados por otras redes sociales.
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"Quería manifestar que siento todo el daño que he causado y que no creo que pueda resumir lo arrepentido que estoy", dijo Teixeira a la juez de distrito Indira Talwani antes de ser sentenciado, según el diario Boston Globe.
"Mi comportamiento ha causado tal vorágine en las vidas de mi familia, de mis amigos, de cualquiera al que haya afectado en el extranjero... Toda la responsabilidad y las consecuencias recaen sobre mis hombros... Acepto lo que eso pueda acarrear", agregó el joven de 22 años, que compareció con uniforme carcelario naranja, esposas y grilletes para oír su sentencia.
"El profundo abuso de confianza de Teixeira puso en peligro la seguridad nacional de nuestro país y la de nuestros aliados", reaccionó el fiscal general (ministro de Justicia) Merrick Garland en un comunicado.
La fiscalía había solicitado una condena de 200 meses, casi 17 años, por su papel central "en una de las violaciones más significativas y trascendentales de la historia de Estados Unidos".
Por su parte, la defensa había pedido 11 años para el joven, alegando que se trata "básicamente de un niño" y no pretendía causar ningún daño.
Pero con la condena, la jueza quiso mandar un aviso para otra gente que pueda estar tentada de hacer lo mismo.
"Quizá sea joven pero probablemente sabe mejor que mi generación lo fácil que es diseminar cosas" en internet, le recordó Talwani.
"Secretos confiados"
El fiscal del distrito de Massachusetts, Joshua Levy, recordó al término de la sentencia que la red social llegó a 150 millones de personas en todo el mundo."Jack Teixeira tomó la decisión deliberada día tras día, semana tras semana durante más de un año de compartir los secretos de las naciones que le fueron confiados", dijo.
Según el tribunal, Teixeira empezó a filtrar documentos en enero de 2022 y no fue detenido hasta abril del año siguiente en la casa de sus padres cerca de Boston, tras semanas de investigaciones de las fuerzas de seguridad para esclarecer cómo información sensible del Pentágono estaba en internet.
Este caso puso en aprietos a Washington y suscitó interrogantes sobre los posibles fallos de seguridad, ya que el joven, que se había alistado en 2019 y tenía el tercer grado más bajo en la jerarquía, disponía de acceso a esos datos cruciales.
Esta filtración impulsó una reforma en el manejo de la información clasificada.
La suya, fue una de las mayores filtraciones de documentos confidenciales desde las revelaciones de Edward Snowden en 2013 sobre el espionaje electrónico masivo de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), que llevaron al denunciante a abandonar Estados Unidos y refugiarse en Rusia.
"El daño que el acusado causó a la seguridad nacional al revelar información de defensa nacional es extraordinario", según los fiscales.
La condena puede que no ponga fin a los problemas legales de Teixeira.
La Fuerza Aérea anunció que quiere procesarlo ante una corte marcial por presunta mala conducta.
