"Es grande nuestra sed acoger de nuevo bajo las bóvedas de la catedral al mundo entero", declaró el arzobispo de París, Laurent Ulrich, durante una conferencia de prensa el miércoles en París, asegurando que se esperan "15 millones de visitantes" cada año en el edificio.
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"Es momento de reencontrarse con Notre Dame", añadió su rector, Olivier Ribadeau Dumas.
La reapertura de la catedral marcará la culminación de la obra de restauración, iniciada tras el incendio del 15 de abril de 2019, que devastó la cubierta y la estructura de esta obra maestra del arte gótico del siglo XII, uno de los monumentos más visitados de Europa.
El presidente Emmanuel Macron, quien lanzó la ambiciosa apuesta de reconstruir la catedral en cinco años, hablará en el atrio de Notre Dame el 7 de diciembre, en el primer día de festividades que incluirán un gran concierto, cuyos artistas principales aún no han sido revelados.
La lista de jefes de Estado extranjeros esperados tampoco fue publicada.
Interrogado sobre la ausencia del papa Francisco durante la reapertura de Notre Dame, Monseñor Ulrich afirmó comprender esta decisión. "Cree que tiene más necesidad de estar en otro lugar", declaró el arzobispo, quien sin embargo expresó su esperanza de recibir un "mensaje" del sumo pontífice.
Financiada exclusivamente por donaciones, la llamada "obra del siglo" habrá costado unos 700 millones de euros (743 millones de dólares) y movilizado a unos 2,000 profesionales, incluyendo a numerosos artesanos.