Faltan tres días para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, cuyo eventual ganador tendrá sin lugar a duda repercusiones para la región centroamericana, que no solo dependen en comercio y remesas, sino que también es emisora de migrantes irregulares.

El eventual regreso de Donald Trump a la presidencia de la economía más grande del mundo genera más incertidumbre, ya que el exmandatario ha prometido un endurecimiento de la política migratoria y comercial.
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“Los países centroamericanos en particular serán muy vulnerables a los cambios de política, ya que sus economías dependen en gran medida de las remesas”, advirtió la agencia de riesgo soberano Fitch Ratings.

Durante la campaña, Trump mantuvo un duro discurso contra la migración e incluso acusó a El Salvador de enviar criminales. El candidato republicano se ha comprometido a poner fin a los beneficios migratorios, como el Estatus de Protección Temporal (TPS), además de dirigir la mayor deportación de la historia.

Por su parte, Kamala Harris ha planteado mantener las políticas migratorias implementadas desde la vicepresidencia con Joe Biden. Harris está al frente de la iniciativa Centroamérica Adelante, que incluye compromisos de inversión privada para fortalecer el crecimiento económico en el norte de Centroamérica y frenar así la migración irregular.

"Fitch Ratings espera una continuidad de la política de la administración Biden si Kamala Harris es elegida", añadió la agencia, al tiempo que recordó que la candidata se ha comprometido a impulsar una ley bipartidista que no se aprobó en 2024 por objeción republicana.

Este proyecto busca cerrar las "lagunas en el proceso de asilo, dar al presidente mayor autoridad para cerrar la frontera cuando los cruces son altos y limitar la libertad condicional de inmigración, que permite a los migrantes ingresar temporalmente a los EE. UU.".


¿Afecta a El Salvador?

Más de 2.5 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos, cuya principal contribución a la economía nacional es a través de las remesas, destinadas sobre todo para el consumo y manutención de las familias.

El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que los hogares salvadoreños recibieron más de $6,134.6 millones en remesas entre enero y septiembre de 2024. De esta cifra, el 92.8 %, equivalente a $5,691.5 millones, procedieron de Estados Unidos.

“Las remesas son motores económicos clave: América Central es altamente vulnerable a las políticas de inmigración de EE. UU., ya que las remesas financian un gran componente de su actividad económica”, indicó Fitch.

Según el BCR, las remesas representan el 24.22 % del producto interno bruto (PIB) salvadoreño. En los primeros nueve meses de 2024, los ingresos desde EE. UU. experimentaron un crecimiento de 1 %.

Estados Unidos es también el mayor comprador de las empresas salvadoreñas, a donde se dirige el 33.6 % de las exportaciones. El Banco Central reporta que a septiembre sumaron $1,635.1 millones, una cifra inferior en 10.2 % en relación a los resultados de igual período de 2023.

Fitch advirtió que una política comercial más restrictiva afectaría principalmente a México, que se ha convertido en el principal proveedor de Estados Unidos después de que Washington endureciera los aranceles a los productos chinos.